martes, 18 de junio de 2013

Noticas.

Aunque Nacional apenas ha perdido tres partidos en el año, todos como visitante (4-0 con el Tolima, 3-0 con Envigado y 2-1 con Pasto), el del domingo en el estadio Libertad generó muchas críticas negativas no solo porque era el inicio de las semifinales, sino por el desempeño en la cancha. 

De nuevo el equipo que orienta Juan Carlos Osorio pasó de la idolatría al rechazo de los más radicales. La comunión que hubo cuando clasificó en forma anticipada a los cuadrangulares, en tan poco tiempo, parece haber desaparecido. Por eso el estratega y sus muchachos deberán reivindicarse este jueves frente al Itagüí para recuperar la tranquilidad. Así es en Nacional y sus integrantes lo saben. Las emociones mandan en un club en el que la exigencia es permanente.

El gerente deportivo Víctor Marulanda contó que el plantel "quedó muy aburrido". Por lo menos esperaba el empate, pues "se había trabajado durante la semana para el triunfo", tal como se apreció en los primeros 20 minutos.

Para este exzaguero, los errores individuales hicieron que el colectivo decayera y contrario al pasado campeonato, cuando debutaron con un contundente 2-0 ante Equidad, en Bogotá, esta vez regresaron derrotados.

El capitán Macnelly Torres alertó sobre los permanentes yerros en la pelota quieta desde lo costados, acción en la que nació tanto del triunfo pastuso y en la que para muchos hubo fuera de lugar. 

Osorio señaló que la diferencia la hizo la pelota detenida. "En otras oportunidades hemos ganado los partidos por esta vía, pero esta vez no lo defendimos bien". 

Admitió que tienen que "trabajar y reflexionar mucho", pues con el fútbol exhibido en Pasto no les alcanzará para clasificar a la final.


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